Analizando para descifrar el Apocalipsis.

Sobre el Apocalipsis.

Hablar de los temas de La Biblia no es cosa fácil, tratar de hacer comprender lo que en ella se quiere decir, es mucho más difícil aún, sobre todo si lo que se expone, esta fuera de nuestro normal concepto, por ello, tengo la impresión que es mucho mas provechoso compartir la comprensión a la que yo pueda haber llegado, no para someterla a juicio, sino mas bien, para compartir una visión de este misterio.

Lo menos importante en todo esto, en mi opinión, será entender como yo pude llegar a la comprensión de todo esto que deseo compartir con ustedes, en honor a la verdad, yo tampoco estoy preparado para decir como fue que llegue a esta comprensión, por que decir que fue un sueño, o que un viejito, del que desconozco su origen o destino, me lo dijo, o que un ángel o que, cualquier cuento de alguna índole, seria una mentira colosal, por eso, me limitare a transmitir en forma fría, sin prosa ni poesía, sin reglas literarias por que todo aquello lo desconozco por que no soy ni escritor ni poeta ni nada que me relacione con la forma exquisita de la escritura.

El material que comparto, lo tengo escrito desde el año 2000, es decir, tampoco es una cuestión que ahora de manera mecánica o antojadiza se me ha venido a la cabeza y lo estoy tirando al papel y de allí para que usted lo conozcas, nada de eso, por años a estado guardado, esperando que el momento sea el adecuado no se si para publicar como libro o dar a conocer como lo estoy haciendo ahora, a un reducido grupo de personas que, con inquietudes de este tipo o no, serán invitadas o se encontrarán con este material por casualidad o por que alguien de ustedes los lectores, lo haya compartido con alguien.

¿Casualidad dije? ¿Cree usted en la casualidad? Yo creo en la causalidad, pero no nos pongamos densos, ¿Le parece?

Para finalizar esta parte, que no se si llamar introducción o de otra manera, quiero decir dos cosas.

Primero: Muy lejos de mi esta la intención de molestar o lastimar a alguien con lo que exponga. Respeto la fe de todas las personas, cualquiera que esta sea y también deseo que se respete la mía, no es mi intención, persuadir o tratar de convencer a nadie para que crea en lo que digo, muy por el contrario, me mueve solo el deseo de compartir una visión o comprensión de la que estoy convencido y casi seguro que no muchos compartirán o aceptarán. Tampoco deseo que se tome el tema para largas discusiones o contenciones sobre la realidad o la falsedad, tanto de lo que dice La Biblia como del significado que se expone. Doy por supuesto que participamos de este tema, personas que, independiente de la fe que cada uno pueda tener, la persona en cuestión tiene la madures suficiente para comprender que tanto lo que se dice como lo que se opina no lleva la intención de descalificar ni ofender a otro, entendemos que este es un tema de los que se denominan “De Alto Nivel” y por su puesto, cada cual puede tener una explicación para esta definición, pero, deseo que cualquiera que sea la definición que tenga la persona, esta deberá estar vinculada con la palabra “De Conciencia” y no con las palabras “Académico” o “Intelectual” o “Moral” por que dichas palabras tienen un valor vibratorio diferente.

Segundo: En la antigüedad, el conocimiento se mantenía oculto por que la reacción del hombre frente a lo desconocido, por lo general era violento y totalmente desproporcionado; el hombre vulgar reaccionaba instintivamente, mataba frente al temor que le producía lo que no podía comprender. Hoy en día, muy lejos de aquellos días y muy cerca de lo que se conoce como el final de los tiempos, todavía puede que hayan personas que se descontrolen frente al miedo, es absolutamente posible y normal que tanto como existen los adelantados en algunas cosas de la vida, también existan los rezagados, es decir, los que se han ido quedando atrás en la comprensión superior de las cosas de la Vida. Cada uno de nosotros, es decir, las personas que sienten inquietudes por conocer los misterios de la Vida, u otros tantos misterios existentes, como los misterios de la Mente, Los misterios de las estrellas, los misterios de Dios y muchos otros, debemos ser responsables en saber a quien estamos participando nuestras inquietudes, por esta razón, recomiendo que si usted tiene problemas para digerir estos temas un poco desconocidos, no los lea, no se haga el valiente por que no es necesario, le puede quebrar sus esquemas, sus creencias se pueden derrumbar, sus conceptos pueden estar equivocados y todo ello o parte de ello lo puede llevar a reaccionar de manera desproporcionada o incorrectamente, se lo digo solo como sugerencia, por que como decía la famosa Maestra Conny Mendez, ¿La recuerda? “Hay lecturas que en ciertas ocasiones nos producen indigestión” es decir, nos dan diarrea, ello es, por que el cuerpo no es capaz de resistir ciertas vibraciones y por alguna parte tiene que salir las energías que se producen internamente con el conocimiento de cierta información que va directamente a la conciencia.

Espero que tenga presente estos dos punto que he señalado tanto para recomendar a alguien esta pagina, como para entender del por que, puede que usted o alguien este reaccionando de manera un poco alterada, recuerde, todo es vibración y nuestras reacciones están en absoluta armonía con ellas, si usted controla sus reacciones esta controlando su nivel vibratorio y eso habla muy bien de usted y de aquello que hay “en medio de vosotros”.

El libro del Apocalipsis consta de 22 capitulo, por mi parte, iré presentando este documento en grupos de 2, 3 o mas capitulo, pero no mas de 6 si es necesario, por que mi interés, es que usted se de un tiempo para pensar y estudiar el material; quizás necesite leer primero todo el libro del Apocalipsis, para entrar recién en una comprensión mas global, en tal caso, yo le recomiendo que lo haga primero, luego estará este material ahí para que usted lo estudie y saque sus propias conclusiones.

Deseo citar las palabras del Gran Maestro Gnóstico, Samael Aun Weor, que dijo en su maravilloso libro “Las Tres Montañas” en el sub titulo: “Cuatro palabras al lector”, que dice así:

“En términos rigurosamente socráticos, diríamos que muchos eruditos que pretenden conocer a fondo la Senda del Filo de la Navaja, no sólo ignoran, sino además ignoran que ignoran.

No queriendo indicar o señalar organizaciones espirituales de ningún tipo y sin el ánimo de zaherir a nadie, diremos simplemente que el ignorante ilustrado no solamente no sabe, sino además no sabe que no sabe”

No podemos negar que esta es una gran verdad, por lo mismo, quiero dejar en claro lo siguiente:

El material que se expone, es fruto de una observación quizás inexplicable, pero en ningún caso me siento un erudito o experto en la materia. La Biblia, como cualquier libro, siempre ha estado ahí, si por alguna razón tuve la osadía o la inquietud de tomarla, leer y meditar sobre lo que expone, de manera desapasionada, sin prejuicios, sin creencias preestablecidas, sin expectativas, sin límites de ninguna índole, tendría que decir que los significados y las comprensiones a las que llegue, se deben a razones absolutamente fortuitas, pero, como me niego rotundamente a aceptar la casualidad o la fortuna tipo suerte, como parte de la vida real de una persona, es por lo qué, desconocedor de cómo fue que llegue ha esta comprensión, solamente diré que: “Parece que fue la causa por la que nací en esta vida”.

Espero que esta visión ayude al lector a comprender algo de los misterios que están al otro lado del velo, que afortunadamente, se están viniendo abajo en estos tiempos.

Finalmente, a modo de introducción cito las siguientes palabras sacadas de La Biblia.

El Autor.

La Revelación por el espíritu de Dios.

1 CORINTIOS, Capitulo 2; 6, 16.

6 Sin embargo, hablamos sabiduría de Dios entre los que han alcanzado madures; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.

7 Más hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria,

8 la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria,

9 antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.

10 Pero Dios nos lo reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.

11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas de los hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.

12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido;

13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con la que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.

14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero el no es juzgado de nadie.

16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.